​Después de dejar a los niños y niñas en los distintos establecimientos educacionales, y en una muestra de compromiso con la seguridad de los mismos, los conductores del transporte escolar tanto de Los Andes como de San Felipe, se sometieron a una fiscalización masiva voluntaria, la que estuvo a cargo de Carabineros y apoyada por la Delegación Provincial. La iniciativa busca fortalecer la confianza de los padres en los servicios de transporte escolar legalmente establecidos y es que se trata de una fiscalización voluntaria donde los conductores que superan el proceso, recibieron un sticker de aprobación que es puesto en el parabrisas de sus vehículos. Este distintivo no solo actúa como un símbolo de legalidad, sino que también brinda a los padres una prueba real de que el transporte de sus hijos se realiza bajo estrictos estándares de seguridad y cumplimiento normativo. Al mismo tiempo, Carabineros disminuye las opciones de que estos vehículos se vean involucrados en accidentes de tránsito. Desde el gremio también destacan que este trabajo mancomunado que comenzó hace más de una década con Carabineros, permite luchar contra el transporte pirata, que no es fácil de detectar y que significa un riesgo latente para quienes contratan ese tipo de servicio.