Nadie duda que se hizo con la mejor de las intenciones, pero eso no bastó a la hora de entregar las excusas y es que un alto porcentaje de personas, fue cambiada de local de votación... algunos un par de cuadras, otros debieron cruzar toda la ciudad para llegar de su domicilio hasta sus mesas. Eso, sumado a la poca información en torno al proceso, los candidatos y la papeleta, hace que esta jornada muchos hayan salido a votar para no asumir multas, pero sin ningún compromiso con el proceso.

Pero una de las situaciones más complejas se vivió en las comunas de Los Andes y San Esteban, donde un porcentaje importante de electores apareció en las mesas de la localidad de Río Blanco, en plena precordillera de la provincia y a por lo menos 30 kilómetros de distancia de sus domicilios. Eso obligó a aumentar el recorrido de los buses gratuitos para intentar paliar el conflicto.

El alcalde de Los Andes, Manuel Rivera que siempre había votado en el Liceo Comercial, hoy tuvo que hacerlo en el Colegio Maristas y si bien su caso no es dramático por cuanto la distancia es menor, en su recorrido encontró a varios vecinos de Río Blanco que también ahora fueron cambiados bajo esta denominada georreferenciación, al centro de la ciudad.

En lo inmediato, nada que hacer. Solo se hizo un llamado a los jueces de policía local para que al momento que se concreten las citaciones por no concurrir a votar, se tenga en cuenta el problema y se utilice el sentido común. Mientras que a mediano plazo se espera que el Servel, responsable de esta situación, la corrija antes del 17 de diciembre cuando se celebre el plebiscito de salida.